17 de agosto de 2011

Capullo enamorado


Nada coherente que explicar desde que sucedio lo impredecible aquella noche cualquiera en donde mi rutina se fracturo por escasos 20 minutos.
Segui caminando suficientes calles para dejar atras lo que ya no queria recordar.
No se porque tenia la sensacion de que aun por mas que caminara lo sucedido me perseguia lo necesario para que no le dejara de dar la importancia que tenia.
CAPITULO 1
No recordaba los dias en que el frio se adueñara del aire y fuera casi imposible calentarse entre los sueteres, mi nariz estaba congelada y me ardia acausa de la inevitable resequedad.
Antes de dirigirme a la preparatoria quise ir por un chocolate caliente a la fonda que estaba a solo unas cuadras de mi escuela. Cuando llegue como de costumbre lo ordene y lo pague para despues tomar algunas cervilletas del estante, cuando un muchacho un poco robusto alto de tez blanca derramo un poco de cafe al parecer en donde yo me encontraba lo cual para mi fue algo sin importancia, sin embargo ayude a limpiar con algunas servilletas.
-Gracias, no se hubiera molestado.- Escuche decirlo con una voz grave pero muy suavemente, al parecer estaba apenado.
-No fue molestia.-Le dije cuando tiraba la ultima servilleta en el cesto de basura para ahora si poder disfrutar de mi chocolate.
Despues tome mi vaso de unicel aun caliente y di las gracias para ya despues dirigirme a la preparatoria, mi vida se habia vuelto un poco rutinaria acausa de las pesadas materias que llevaba los ultimos semestres mis padres hacian sus tareas diarias como cualquier otro dia, asi que no afectaban demasiado el curso de mi vida. Mi mejor amiga se habia mudado por tiempo indefinido a la costa por el trabajo de su madre, asi que solo podia comunicarme con ella via celular, despues de su partida ya no tenia con quien salir a divertirme o distraerme, los pretendientes estaban apagados esta temporada un poco desmotivados y yo igual; no tenia ni tiempo ni ganas para arreglarme y conquistar uno que otro hombre, aunque se que tengo el potencial para hacerlo...mejor se lo dejo al tiempo. Estas eran las principales razones por la cual mi vida se habia convertido como en un libro corto por mas que lo leas muchas veces siempre dira lo mismo, el contenido no cambia solo se hace mas viejo. Asi me sentia en estos momentos, un libro viejo y usado que termina por aburrir a su lector.
Ya estaba sentada en lo que era mi clase de fisica, cuando me di cuenta qe no traia mi bolsa pequeña en donde cargo todas mis credenciales estudiantiles, no recordaba exactamente donde pude haberla dejado peroo este pequeño inconveniente hizo que no pudiera concentrarme en toda la clase, me preocupaba el hecho de tener que volver a pagar las credenciales extraviadas, y mas porque no me restaba mucho dinero, tendria que esperar a noche buena para recivir buenas ganancias por parte de mis padres.
Y asi resultaron ser todas las demas clases, pesadas y yo tan distraida pensando en que no contaba con dinero, almenos solo para pagar una sola credencial y no las restantes. Ya eran casi las 7 de la noche cuando dio por finalizada mi ultima clase, me envolvi en mi bufanda y tome mi bolsa con fuerza y camine hasta mi casa.
-Nicole ¿Vas a cenar?- Pregunto mi madre cuando cruce la puerta.
-Si mamá, me muero de hambre.- respondi agobiada, y me dirigi a dejar mi bolsa en una de las sillas del comedor.
-No dejes tu bolsa en la silla, si la ve tu papá se enojara contigo.- Me dijo en tono de prevencion.
-Ya lo se, no la pienso dejar ahi, es que estoy muy cansada para subir y dejarla.- Me recoste en el sillon.
-¿Pues que hiciste para que estes tan cansada?.- Me miro extrañada.
-Nada, es que son muchas cosas que me tienen agobiada mamá.
-Yo que recuerde, estar sentada escuchando una clase no provoca cansancio corporal, si hicieras lo que yo hago, comprenderias lo que es cansancio niña.
Mi madre comenzo a reclamarme cosas sin sentido lo cual hizo sentirme peor, no habia sido un buen dia, mis preocupaciones y tareas no me dejaban pensar con claridad, asi que opte por la mejor manera, tome mi bolsa sin responderle a mi madre y le dije que se me habia quitado el hambre para ahora si poder descansar en mi cuarto sin reproches y regaños.
El reloj estaba apunto de marcar las nueve de la noche y aun no pegaba el ojo a mi almohada, mis padres conversaban en su cuarto podia escucharlo a lo lejos, entonces sono el celular de mi bolsa, me sobresalte tenia mucho tiempo que no recivia alguna llamada amenos no tan noche.

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